
El auge del video y la presión de las redes...
En los últimos años se ha popularizado la idea de que si tu podcast no tiene video, simplemente no puede tener éxito. Las redes sociales, dominadas por contenido visual, nos empujan a pensar que el video es imprescindible. Pero aquí va una verdad incómoda para algunos: las redes sociales no son el podcast.
El podcasting es un medio independiente. Y aunque el video es un gran aliado para el descubrimiento en plataformas como YouTube, el corazón del podcast sigue siendo el audio.
El podcast nació para ser escuchado
Una de las características más chulas de el podcast, es que es el medio ideal para quienes buscan profundidad sin estar atados a una pantalla. Es el contenido perfecto para multitaskers, todas las que queremos hacer mucho en poco tiempo: cocinar, guiar, limpiar, caminar, doblar ropa o hacer ejercicios a las vez que nos entretenemos con información, historias y más.
Incluso cuando consumimos un podcast en video, muchas veces solo lo dejamos corriendo y prestamos atención al sonido. Por eso hay que tener en cuenta que, si el audio falla, el mensaje se pierde, aunque la imagen sea perfecta.
¿De qué sirve una buena imagen si nadie entiende lo que dices?
Vengo del mundo del cine. Sé perfectamente cuánto se ha priorizado la imagen sobre el sonido. Pero cuando hablamos de podcasts, esa lógica no aplica.
No necesitas luces profesionales o una cámara 4K si tu audio no está cuidado. Una imagen impactante no va a salvar una grabación que se escucha con eco, ruido de fondo o volumen bajísimo. Porque en el momento que no se escucha el mensaje, la audiencia busca otra cosa.
El audio es lo que permite que tu audiencia entienda, conecte y se quede.
¿Qué es un buen audio?
No se trata de tener el micrófono más caro del mercado. Se trata de que tu voz se escuche con claridad, sin distracciones ni interferencias.
Aquí te dejo algunas sugerencias para lograrlo:
Usa un micrófono externo (El Samsung Q2U es una buena alternativa económica)
Graba con audífonos para monitorear en tiempo real
Evita espacios con eco o mucho ruido
Haz pruebas de sonido antes de grabar
Edita con intención (no es solo cortar errores, es cuidar la experiencia)
Aprovecha herramientas como Descript o Adobe Podcast Enhancer (pero siempre revisa)
El audio no se improvisa: se diseña
Un error común es pensar que grabar “como sea” es suficiente. Esto puede funcionar a veces, pero te va a costar más en edición y experiencia final.
No estoy diciendo con esto que necesitas un estudio de grabación, pero sí necesitas cuidar tu proceso. El closet, el carro o un rincón con alfombras pueden ser tus mejores aliados para evitar reverberaciones.
¿Lo esencial? Que tu mensaje llegue claro. Que no se pierda en un mal sonido.
Test rápido: ¿Tu podcast está priorizando el audio?
Hazte estas preguntas:
¿Usas micrófono externo?
¿Monitoreas el audio con audífonos al grabar?
¿Editas cuidando el ritmo y claridad?
¿Grabas en un espacio controlado?
¿Has escuchado tu podcast en diferentes dispositivos?
¿Corriges errores de sonido antes de publicar?
Si respondiste “sí” a 4 o más, vas por buen camino. Si no, ¡aquí estamos para ayudarte!
¿Y si quieres grabar video?
Adelante. El video va a aportar. Usa el video para clips, para redes, para YouTube si es parte de tu estrategia. Pero no sacrifiques la calidad del audio por enfocarte en la cámara.
Incluso si decides grabar con video, diseña tu podcast para que se entienda perfectamente sin mirar la pantalla.
Porque al fin y al cabo, el podcast es una experiencia sonora.
En resumen, para mi el audio es el rey del podcasting
No dejes que el ruido de las redes te haga olvidar lo fundamental. No necesitas una super cámara. Necesitas un sonido que conecte, que se entienda y que den ganas de quedarse escuchando.
📣 ¿Estás de acuerdo? ¿Sientes que tu audio puede mejorar? Escríbeme por Instagram @mayraortiznieves o cuéntamelo en un mensaje de voz
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Gracias por prestarme tus oídos una semana más.
Nos escuchamos en el próximo episodio de Alto y Claro.