Ep. 35 Cuando el cuerpo pide pausa: autocuidado para quienes cuidan

EP. 35 Cuando el cuerpo pide pausa: autocuidado para quienes cuidan

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[00:00:00] Dra. Beatriz Q. Vallejo: ese Osouji del alma ese momento en donde te sientas contigo. Y te preguntas ¿Qué quiero seguir cultivando en mi vida? ¿Qué necesito dejar atrás para sentirme más en paz? ¿Cómo estoy enfrentando los cambios que están llegando? ¿ Qué versión de mi me gustaría ver florecer en esta próxima etapa?

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Hola. Hola, te doy la bienvenida a otro episodio más de Comunica Salud. Y hoy quiero invitarte a parar. Sí a parar, hacer una pausa y respirar, quiero invitarte a mirar hacia adentro y también un poco hacia alrededor. A preguntarnos cómo estamos, [00:02:00] qué estamos sosteniendo y qué podríamos soltar. Y por lo que te invito a parar, es por experiencia propia porque por no pausar, me enfermé.

Así que yo no podía hablarte hoy de otra cosa, sino te modelo a través de mi propio ejemplo. Te cuento que en Japón hay una tradición muy especial llamada Osouji. Qué significa literalmente gran limpieza y se practica antes de cerrar el año para preparar el camino a lo nuevo que nos espera, se limpia la casa, se ordenan los espacios, se botan todas las cosas que ya no sirven.

Pero esto no es solo una limpieza física. Es una limpieza emocional, mental y espiritual. Y eso también lo necesitamos, los que trabajamos en esta hermosa disciplina de la salud, porque cuando [00:03:00] trabajamos tanto y cuidamos tanto, a veces acumulamos cosas que ni nos damos cuenta, cansancio que no hemos nombrado emociones que hemos guardado hábitos que quizás nos desconectan un poco de lo que realmente importa y aplicar el Osouji a nuestras vidas como profesionales de la salud. Puede ser una herramienta muy poderosa para renovarnos desde adentro. Y si en efecto podemos comenzar por ese espacio físico, yo creo que yo les había dicho a ustedes que yo tuve que que.

Hacerme como cuatro o cinco celebraciones en el mes de enero porque yo sentía que que no había que no había comenzado con el pie firme. Así que todos los días, es una oportunidad para poder [00:04:00] comenzar. Así que ese comenzar, , podemos hacerlo. Como diría el Osouji desde su base más primitiva con ese espacio físico.

Sí, vamos a organizar, vamos a limpiar, desechar lo que ya no necesitamos. Luego de esto, quizás podemos continuar por lo digital. vaciar esta bandeja de entrada de nuestro correo electrónico. Ni te cuento cuántos correos tengo en la mía. Así que hoy comencé a borrar y dije vamos a pausar también aquí, porque es que así no se puede.

Debes ordenar los archivos, cerrar ciclos, pero también necesitamos ese Osouji del alma ese momento en donde te sientas contigo. Y te preguntas ¿Qué quiero seguir cultivando en mi vida? ¿Qué [00:05:00] necesito dejar atrás para sentirme más en paz? ¿Cómo estoy enfrentando los cambios que están llegando? ¿ Qué versión de mi me gustaría ver florecer en esta próxima etapa?

Y es que este ritmo agitado en nuestro trabajo a veces pensamos. Que por ese ritmo, estas preguntas se sienten como un lujo, pero no lo son. Son necesarias, pero más que todo, son urgentes porque nadie puede dar desde el vacío y tú mereces tanto cómo das. Así que voy en vez de darte esa lista de tareas, quiero proponerte un gesto pequeño pero poderoso.

Elige un momento de esta semana. Para hacer tu propio Osouji tal vez sea ordenar tu escritorio. Tal vez este pequeño acto puede ser escribir en tu libreta cómo te sientes o simplemente apagar el celular por [00:06:00] una hora y respirar, Hazlo por ti. Hazlo por quienes te rodean. Hazlo por la persona que estás en camino a hacer.

Estamos viviendo a nivel global. Unos tiempos distintos. Mucha gente diría que son tiempos convulsos y lo único que sabemos es que realmente los cambios son parte de la vida. A veces no llegan de golpe. A veces se anuncian con suavidad, pero lo importante es estar presente para transitarlos y el Osouji y nos recuerda eso que siempre podemos comenzar de nuevo. Que limpiar no es perder. Es hacer espacio para todo lo que viene. Y aquí te dejo con mucho amor, un poco de lo que tuve que hacer y le vamos a, voy a ponerle una pequeña guía. de Osouji para conectar y [00:07:00] sanar. Así que primero respira y reconoce en dónde estás.

Antes de comenzar, siéntate en silencio unos minutos, pon una mano en tu pecho y otra mano en tu abdomen. Respira, suelta el juicio. Estás aquí. Y eso es suficiente. Y pregúntate con cariño, cómo me siento hoy como me siento de verdad que me está enseñando. Este momento de pausa y esta respuesta, simplemente puedes escribirlas o simplemente sentirlas.

Dos, haz un pequeño acto de limpieza amorosa. No hace falta que tires la casa por la ventana o el ordenar todo. No. Elige una cosa. [00:08:00] Recoge un rincón de tu cuarto o recoge. Tu joyero. Tu cartera recoge el montón de papeles que tienes encima de tu escritorio. Recoge tu mesita de noche, recoge tu lista de tarea.

Ese "To do List" tacha suelta. re agenda. El objetivo no es la productividad hoy el objetivo es la liviandad. Tres. Vamos, esa parte emocional del Osouji, y esto es lo que ya no quieres cargar. Así que agarra una hoja, agarra un diario y escribe qué emociones o situaciones siento que me están drenando. Qué cosas necesito decirme con más compasión a qué le puedo decir gracias y adiós.

Y una vez hagas esto puedes romper la hoja, guardarla o quemarla con una [00:09:00] intención simbólica. Recuerda que lo que se va es espacio para lo nuevo. Cuatro conecta con lo que si quieres en tu vida, aunque estés en pausa, el corazón no para de soñar. Así que escribe libremente que quiero sentir más en mi vida.

Qué cosas me hacen bien que quiero recuperar como quiero trabajar, vivir o cuidar en esta nueva etapa no tiene que estar todo claro. Simplemente deja que las palabras vengan y que este sea tu mapa en construcción. Por último, cierra tu día con gratitud y descanso antes de dormir. regálate esta pregunta qué pequeño acto de autocuidado hice hoy que me honra.

Y no importa que fue. A lo mejor fue que bebiste agua. A lo mejor descansaste [00:10:00] a lo mejor dijiste que no. Que duro decir que no. A mí me ha costado mucho trabajo, pero se siente muy bien cuando lo hago, quizás lo que hiciste fue pedir ayuda todo cuenta. Y por aquí te voy a dejar una frase para acompañarte hoy.

Hoy, elijo soltar lo que pesa, cuidar lo que me importa y caminar con suavidad hacia lo que quiero ser. Porque cuando te cuidas, también comunicas salud. Y yo te hablo pronto. [00:11:00]